Alguna vez había pensado en eso pero nunca me había atraído demasiado aunque es la típica rubia y con un cuerpo bastante aceptable, pero un día cuando entré en casa estaba ella allí hablando con mi madre y me quedé mirándola, sería por su ropa pero pude percibir que tenía unas tetas perfectas y que bueno, no estaba nada mal en general, y estaba quejándose de que su marido pasara tanto tiempo fuera.
Cruzamos un par de miradas y no sé pero empecé a mirarla de otra forma.
Esa misma tarde bajó a pedir una cosa que necesitaba, le abrí la puerta y me dijo que si podía subir un momento para verle un enchufe que tenía estropeado y lo necesitaba por lo que no podía esperar a que viniese su marido, le dije que sí, que en ese momento no podía pero que cuando pudiese subiría.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
hola,las mujeres mas exquisitas son las gorditas,son muy ricas
ResponderEliminar